Examen de las extremidades
Las enfermedades de las extremidades pueden ser peculiares de una de ellas, o solamente
expresión de enfermedad general. Su multiplicidad hace que el examen tenga gran
importancia. Resulta fácil y rápido de llevar a cabo.
Extremidad
Superior
Posición
El paciente debe estar sentado completamente descubiertos
hombros y brazos.
Inspección
Compárese los brazos en busca de asimetría, deformidades,
atrofia o hinchazón. Obsérvese el color de la piel; indáguese en ambas
superficies la presencia de manchas de cualquier tipo y vigílese el estado de
la unas. Durante esta parte del examen hay que contar los dedos para que no
pase inadvertida la ausencia de uno, una sindactilia o polidactilia congénitas.
Indíquele al paciente que extienda los dedos y que, con manos abiertas y dedos
extendidos, mantenga la extremidad horizontal para poder descubrir el temblor.
Un temblor muy fino suele ser manifiesto si se coloca una hojita de papel
encima de la mano extendida. Compárese el color y la prominencia de las venas
de manos y brazos cuando estos están pendientes y cundo estos están elevados.
Palpación
Obsérvese los pulsos radial, cubital, humeral y axilar. Las
arterias radial y cubital pueden palparse inmediatamente por dentro de las
apófisis estiloides radia y cubital respectivamente en la superficie ventral de
la muñeca. La prueba de la compresión es excelente para comprobar la
permeabilidad y el flujo de sangre por estos vasos. Indíquese al paciente que
cierre firmemente el puno para vaciar la sangre de los tejidos superficiales.
Al abrir la mano con el brazo ligeramente elevado el color rozado normal vuelve
a aparecer en unos pocos segundos. Es recomendable repetir este proceso. La
rapidez con la cual se restablece el color normal de la mano es indicio
excelente de la circulación por la arteria cubital. Se repite la maniobra
ocluyendo la cubital para comprobar el curso de sangre por la arteria radial.
La arteria humeral se percibe en la parte interna del tercio medio
del brazo y en la parte media de espacio antecubital. La arteria axilar se percibe sobre todo en el vértice de la axila
estando el brazo en abducción de 90 grados con la escapula. Pálpese las palmas
de la manos y obsérvese su temperatura y humedad. Indíquese ahora al paciente
que mueva su brazo para desplazar las articulaciones de muñeca, codo y hombro.
Estudiar los reflejos de tríceps, el bíceps y el radial.
Extremidad
Inferior
Posición
Las piernas de examinarse en ambas posiciones, de pie y acostado.
Inspección
Obsérvese primero la piel; vigílese su color e investíguese la
presencia de ulceras o pigmentación. Sepárense los dedos de los pies para
observar los espacios interdigitales en
busca de epidermofitosis. Tiene gran importancia el color de la piel estando el
pie elevado, horizontal y en declive; la palidez de la piel en posición elevada
y la sufusión con sangre cuando esta pendiente constituye una de las primeras
manifestaciones de arterioesclerosis periférica. Examínese el paciente estando
de pie en busca de dilataciones varicosas.
El edema se descubre por la cavidad que queda después de
comprimir fuertemente con la punta del dedo el tejido contra la cara interna de
la tibia inmediatamente por encima del tobillo.
Palpación
Compárese las temperaturas de la piel del pie, parte baja de la
pierna y muslo. Búsquese la pulsación de la arteria femoral, poplítea, tibia
posterior y pedia. El paciente tiene que estar en decúbito. La arteria femoral
se palpa a mitad de camino entre espina iliaca anterosuperior y la sínfisis del
pubis inmediatamente por debajo del ligamento inguinal. La arteria poplítea se
palpa en el espacio poplíteo, profundamente entre los tendones, algo desplazada
hacia afuera; el paciente estará en decúbito prono con la rodilla en flexión de
90 grados. La arteria tibial posterior se palpa a mitad de camino entre el
tendón de Aquiles y el maléolo interno. La arteria pedia se percibe a mitad de
camino entre el tobillo y la base de los dedos. Se halla inmediatamente por
fuera del tendón del extensor del dedo gordo, que se identifica cuando el
paciente hace flexión dorsal de este.
Indíquese al paciente que mueva la extremidad en todos los
sentidos. Obsérvese los reflejos plantar, rotuliano y del tendón de Aquiles.
Infección de la mano
La mano esta expuesta a la invasión bacteriana. Los traumatismos
suelen ser causa de la mayor parte de las infecciones, pero en muchos casos no
ha habido herida manifiesta.
Los signos básicos de la inflamación son tumor, dolor, calor y
rubor, hay que añadir la perdida de la función; todos existen en la mano
infectada. Sin embargo pueden estar modificados por la anatomía de la región.
Así, por ejemplo el tejido conectivo denso de los dedos y de la palma tiende a
limitar la infección, y con tal motivo produce dolor intenso. El paciente según
sea la intensidad de la infección, puede reaccionar ligeramente con hipertermia
de un grado, aproximadamente, o puede presentar escalofríos y fiebre alta. El
enrojecimiento y la hinchazón son manifiestos por infección, comparando la mano
afectada con la normal.
Cuadros particulares
Panadizo, se trata de una inflamación supurada aguda
limitada a la pulpa de la punta del dedo. La infección suele llegar a esta
región cerrada por una punción o una herida sin importancia. Las paredes de este
espacio son tan resistentes que en su interior aumenta rápidamente la tensión y
el dolor es intenso y pulsátil, sobre todo cuando el paciente pone el dedo en
posición en declive.
Paroniquia, consiste en la infección que se inicia en la piel
de la uña. Hay hinchazón y enrojecimiento de la piel alrededor de los lados y
la base de la uña, que tiene color rojo, esta inflamada y es muy dolorosa.
Ántrax de la mano, es muy particular y se
caracteriza por presentar un centro necrótico central del cual sale pus por
varias aberturas.
Abscesos subcutáneos, pueden producirse en el dorso
de los dedos o en las bolsas grasas de la cara palmar de los mismos.
Abscesos en botón de camisa de la palma de la mano,
estas afecciones suelen originarse en callos palmares situados en la base de
los dedos.
Infecciones por mordeduras humanas, Los
microrganismos de la boca producen infecciones anaerobias pútridas progresivas.
A menos que se descubran y traten de inmediato, una herida sin importancia
puede causar perdida de la mano o del brazo por celulitis anaerobia gangrenosa
invasora. Puede haber signos de linfangitis, y a veces la lesión inicial exuda
líquido pútrido. La piel tiene un tono violáceo peculiar que indica el carácter
de la infección necrosantes que diseca las estructuras.
Tenosinovitis, las vainas tendinosas del dedo meñique y del
pulgar se hallan casi siempre en relación con las vainas o bolsas tendinosas
que pasan por debajo del ligamento anular
hasta un punto inmediatamente por encima de la articulación de la
muñeca. La vaina del dedo meñique suele comunicar con la bolsa cubital y la del
pulgar se continúa con la vaina radial, de manera que el pus que se halla en
una de ellas penetra fácilmente en la otra. El pus en las vainas tendinosas de
los demás dedos, aunque no están en comunicación directa con los espacios
aponeuróticos de la palma de la mano, puede extenderse a ellos. Las infecciones del dedo índice se
abren en el espacio tenar, las del dedo medio y anular en el espacio palmar
medio.
Infección del espacio palmar medio,
la
temperatura suele estar elevada hasta 39.5 o 40c.la palma de la mano esta muy
dolorosa, con la concavidad desaparecida. Los dedos se mantienen en flexión,
pero menos rígida que en caso de infección de la vaina de los tendones flexores
y también hay menos dolor al mover los dedos.
Infección del espacio tenar, eminencia tenar aumentado de
volumen y tenso, el pulgar se mantiene en abducción con la última articulación articulada
flexionada.
Linfangitis, el origen de la infección puede o no ser clara o
resultar imposible de determinar, quizá se trate de un arañaso, una ampolla o
de una infección plenamente desarrollada de la mano.
Lesiones
diversas de las extremidades
Sindactilia, dos o más dedos están unidos por una membrana, que
a veces es muy delgada y otras tienen todo el espesor de un dedo.
Polidactilia, esta anomalía congénita se caracteriza por la
presencia de dedos suplementarios en manos o pies. Tiene tendencia a ser
familiar.
Callos, es un endurecimiento adquirido de la piel causado
por la presión o fricción prolongada sobre la misma contra una eminencia ósea.
Es común, en la mano, en la cara palmar de la base de los dedos.
Melanomas, estos tumores pueden aparecer en la mano o en el
pie como en cualquier otra localización. A veces se observan en los dedos o por
debajo de las uñas de manos y pies. Aparecen en forma de tumores planos o
ligeramente elevados de color azul negruzco o pardo. El tumor maligno mas
frecuente de la extremidad inferior es el melanocarcinoma.
Contractura de Dupuytren, este estado muy particular se
caracteriza por la contractura en flexión del dedo medio o anular, con
engrosamiento de la aponeurosis palmar por encima de los tendones del dedo
afectado. La piel acaba presentando arrugas y surcos a consecuencia del
engrosamiento y contractura de la aponeurosis palmar. Esta afección se observa
con mayor frecuencia en pacientes alcohólicos, con cirrosis hepática y
diabetes.
Dedo en martillo, esta lesión resulta de una hiperflexión brusca y
violenta de la punta del dedo, como por ejemplo cuando una pelota de beisbol
pega en dicha punta. El tendón extensor se desgarra, de manera que el paciente
no puede extender la última articulación interfalángica.
Ganglión, se trata de un acumulo de liquido mucinoso en un
saco de pared muy fina unido a una articulación o una vaina tendinosa. Se
observa sobre todo en el dorso de la muñeca. Cuando se flexiona intensamente la
articulación, el quiste resulta manifiesto. Es lisos, y está rodeado por una
capsula. Resulta poco móv53 pero no está unido a la piel.
Tenosinovitis estenosante, las vainas fibrosas que están
por encima de los tendones flexores de la mano pueden sufrir alteraciones
inflamatorias crónicas y engrosamiento, que interfieren con la movilidad de los
tendones.
Tumores glomos, un tumor glomo o glomangioma constituye una
pequeña masa de color azul rosado muy dolorosa a la presión. A vece produce un
intenso dolor espontaneo. Puede aparecer en cualquier parte de la extremidad,
pero se observa con mayor frecuencia por debajo de las uñas
de los dedos de la mano.
Contractura isquémica de Volkman, una lesión de la
extremidad superior puede ir seguida de contractura deformante en flexión si el
riego sanguíneo ha sido dificultado por edema. Los dedos tienden a estar
flexionados, pero pueden extenderse parcialmente si se flexiona la muñeca. En
los casos extremos puede llegar a producirse “mano en garra”.
Bursitis subacromial, la bolsa que hay debajo del
musculo deltoides esta inflamada y y puede ser asiento de adherencia y
calcificación. La abducción y la rotación externa del brazo están limitadas. El
paciente apenas puede mover el brazo a nivel de la articulación del hombro.
Bursitis del olecranon, fácil de reconocer en forma
de hinchazón constante y dolorosa por encima del olecranon.
Codo de tenista, se halla a nivel del epicondilo del humero, pero
en realidad esta en la articulación radiohumeral.
Escapula alada, las lesiones del nervio del serrato mayor producen
parálisis de este musculo. Puede demostrarse haciendo que el paciente ejerza
presión contra la pared teniendo la mano extendida. Entonces la escápula tiende
a separarse de la pared torácica a modo de ala. La elevación congénita de la
escapula suele resultar manifiesta por
inspección. El omóplato en estos casos es menor que el lado normal.
Absceso axilar, es muy común. La lesión suele ser secundaria a
furunculosis. Puede producirse después de usar depilatorio. En ocasiones, una
adenitis axilar supura y forma un absceso.
Epidermofitosis, las manifestaciones mas corrientes de esta enfermedad son tan
frecuentes son el engrosamiento de la
piel entre los dedos de los pies, que se vuelve blanca y blanquecina, una
erupción escamosa de la piel y pequeñas vesículas cutáneas profundas. El
síntoma fundamental es el escozor intenso. Son complicaciones frecuentes las
linfangitis las infecciones secundarias.
Uña encarnada, solo se produce en el dedo gordo del pie, las
partes blandas tienen presión sobre el borde curvo de la uña y se vuelven
rojas, hinchadas e infectadas.
Infecciones del pie, la mayor parte de infecciones
profundas del pie guardan relación con insuficiencia arterial y cierto grado de
gangrena.
Pie doloroso
Pie forzado o plano, el dolor se refiere a la
parte interna del pie y es de carácter urgente. El paciente puede quejarse del
dolor en la espalda, la rodilla, causado por la mala posición que suele
acompañar al pie forzado.
Metatarlsalgia, se caracteriza por colapso del arco transverso,
formado por las cabezas de los metatarsianos. La consecuencia de ello es la
compresión de los nervios plantares, que
origina dolores intensos por crisis, que se refieren a la base del cuarto dedo.
Esta afección se presenta con mayor
frecuencia en corredores seguido de las mujeres que usan tacones altos. Muchas
veces obliga al paciente a quitarse el zapato para lograr alivio. La presión
transversal ejercida a nivel del arco transverso desencadena el dolor. El arco
longitudinal puede estar perfectamente normal.
Fractura de esfuerzo, suele producirse en el cuerpo
del segundo o tercer metatarsiano, sin antecedente de lesión alguna.
Osteocondritis, la necrosis aséptica del escafoides tarsiano o de
la cabeza del segundo metatarsiano es una causa obscura de dolor en el pie.
Verrugas plantares, esta lesión dolorosa se
observa en la planta del pie del talón o en la región de las cabezas de los
metatarsianos. Se distingue del callo por su hipersensibilidad y por el hecho
de que el callo puede extirparse fácilmente mientras una verruga dolorosa
penetra profundamente en la piel.
Hallux valgus, el aspecto característico consiste en que el dedo
gordo del pie esta girado hacia afuera. Cuando la bolsa que recubre el primer
metatarsiano se inflama, dícese que hay un “juanete hinchado”.
Dedo en martillo, dedo del pie generalmente el segundo el tercero,
presenta ángulo agudo en flexión plantar, se desarrolla un callo doloroso a
nivel del dorso de la primera articulación interfalangica, a veces en la punta
del dedo.
Manifestaciones
clínicas de enfermedades inflamatorias y específicas de articulaciones
Inflamación supurada de las articulaciones,
el comienzo de la enfermedad se caracteriza por calor e hinchazón, casi siempre
suficiente para hacer desaparecer las eminencias óseas de las articulaciones.
Los síntomas generales pueden ser muy intensos y suele haber escalofríos y
fiebre.
Infección gonocócica, puede producirse en
cualquier fase de una infección
gonorreica.
Tuberculosis de las articulaciones, la artritis
tuberculosa suele ser de comienzo insidioso y quizá transcurran semanas o meses
antes que la enfermedad se desarrolle plenamente.
Enfermedad de charcot, primer signo inseguridad de
la articulación, los movimientos anormales y la hinchazón de la región.
Articulaciones hemofílicas, los pacientes son siempre de
sexo masculino, generalmente de menos de quince años de edad, las
articulaciones mas corrientemente afectadas son las rodillas, pero el trastorno
también puede presentarse en codos, tobillos, caderas y hombros.
Referencias, libro propedéutico y semiología quirúrgica de
dunphy cap. 9 pags.172-191 y las fotos en google.com